Una de las preguntas que se hacen muchas familias que tienen
hijos con trastornos alimentarios en Valencia
es cómo darse cuenta a tiempo de esos problemas. Muchas veces cuando son
conscientes ya están ante una situación muy grave.
Por desgracia no resulta fácil identificar a alguien que
tiene un problema de anorexia puesto que normalmente lo oculta muy bien. Sin
embargo es posible ver algunos indicios que pueden despertar las alarmas y animarnos
a acudir a un especialista.
Sin duda, uno de los síntomas más claros de que una persona
puede tener anorexia es una pérdida acusada de peso. Aunque esto es más difícil
de percibir para personas que conviven juntas, cuando la pérdida es acusada se
puede notar, especialmente fijándose en la ropa, que cada vez va quedando más
grande.
Cuando alguien empieza a preocuparse en exceso por su peso
da señales de ello inevitablemente. Cada vez las calorías son más importantes,
por lo que procuran informarse de todo lo que ingieren. Intentan comer mucho
menos, masticando durante mucho tiempo y poniendo excusas para evitar almuerzos
o cenas.
Pesarse se convierte también en una obsesión. No es raro
intentar evacuar cuanto antes lo ingerido, para lo que es posible usar
laxantes.
Por supuesto, es fácil que notes un cambio en el carácter,
más irritable o depresivo, así como la falta de energía como consecuencia de la
mala alimentación.
Precisamente por los riesgos que entrañan los trastornos alimentarios en Valencia
está a tu servicio el equipo del Centro
de Psicología Amparo Galán Pellicer, para ayudarte desde el primer momento
a que tu hijo o cualquier familiar supere la anorexia.